CUANDO LAS HOJAS HACEN BOSQUE
La fascinación por las hojas, el gozo contemplativo de esa minúscula parte vegetal que da sentido a la grandeza del árbol, que justifica el trepar disparatado de la madreselva, que crea laberintos y falsos espejos con sus caras irreconciliables.....la vocación del metal enamorado de la blancura orgánica.
Si los japoneses cautivan la naturaleza en sus bonsáis para humanizar el habitáculo y humanizarse en elempeño, Rafael Muyor nos regala en sus esculturas de hojas elbosque, la trepadora, la flor y el arbusto. Metal pintado donde late el susurro de la brisa, la musica del viento, la narración de la vida que se debate entre la raíz y el cielo.
Hojas que atrapan la luz y crean juegos de sombras donde es posible soñar. Sombras como cuevas donde la hoja descansa de la luz que la justifica y esclaviza.
No hay mucho más....
Cae la hoja, tiembla la tierra como un tambor de hojalata... y nace la escultura.